domingo, 26 de febrero de 2012

Grietas.

La lluvia mojaba su cara al mismo tiempo que lo hacían sus lágrimas. El sonido de sus tacones inundaba la calle vacía, proclamando su dolor dueño del lugar. Con cada paso se alejaba un poco más de su pasado, y a través de las gotas podía sentir el calor del infierno al que se acercaba. Ya no había vuelta atrás. Mechones de pelo mojados se pegaban a sus mejillas, y sus labios temblorosos narraban en apenas un susurro taciturno el melódico sufrimiento de su corazón roto.
Cuando llegó al paso de cebra paró en seco, sin inmutarse. Todo en ella pareció adoptar la calma impaciente de quien espera algo que sabe que nunca llegará. La luz del semáforo cambió. De rojo a ámbar. De ámbar a verde. Pero ella no hizo el menor amago de movimiento.
Rojo. Ámbar. Verde.
Los coches pasaban veloces frente a ella, el viento hacía bailar su vestido rojo a su alrededor, pero nadie se detenía.
Rojo. Ámbar. Verde.
El mundo seguía girando, la vida seguía adelante. Ella no.

2 comentarios:

  1. "Los coches pasaban veloces frente a ella, el viento hacía bailar su vestido rojo a su alrededor"

    La imaginación crea el GIF perfecto de este instante. Y me encanta.

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  2. Sin tener en cuenta el contenido -que me gusta mucho-, es un texto muy visual. Me encanta.

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